Reflexiones : Televisión y José Tomás

La opinión de Malaga publica este artículo-reflexión sobre los intereses de la fiesta.

Fiesta y (buen) negocio
Se hicieron públicos los carteles de Madrid. Ya se sabe: Dos de mayo, San Isidro, Feria del Aniversario, Corrida de la Prensa, Beneficencia, y una más, extraordinaria, el día 15 de junio con José Tomás. Total, mes y medio de toros sin descanso. Una delicia para aficionados, empresarios, ganaderos y también para todos aquellos industriales que se benefician de la actividad desplegada por los aficionados, turistas o simples curiosos que pululan en torno al mundo del toro. Quien dijo que la fiesta de los toros había que abolirla, debe darse una vuelta por los alrededores de Las Ventas y si además de entendederas, le quedan ojos para mirar y voz para comentar, que rectifique su perversa reflexión.
Ese vocero del infierno y otros cuantos políticos que hacen la pared a los abolicionistas, esconden la cabeza de su ignorancia debajo del ala de sus intereses. Eso sí, sin dejar de hacer camino para lograr su objetivo. Pues así hay que interpretar que Televisión Española, una vez más, y ya van casi tres años sin televisar una corrida en directo, haya dicho que no tenía presupuesto para ofrecer una de las corridas que va a torear José Tomás en Madrid. El argumento es tan inútil como estúpido, pues si repasan las sandeces con que nos obsequian los de la TVE día si y día también, comprenderán la rotundidad de mis adjetivos.
Pero el asunto tiene más miga. Se está diciendo por activa y por pasiva que el torero de Galapagar no quiere televisarse. No es del todo cierto. Y como es una verdad a medias, acaba siendo una deplorable mentira. Es cierto que no acepta la imposición de los empresarios taurinos a televisarse por un canal privado. Su oferta era hacerlo en abierto para que le vea todo el mundo y así derribar otra de las barreras que levantan los enemigos de la fiesta de toros, entre quienes destacan los responsables actuales de TVE, muy dueños de sus profundas convicciones pero nada de los dineros de la gente.
Conviene recordar que la otra barrera que logró derribar JT fue, ahí es nada, la recuperación de la Monumental de Barcelona en tiempos en los que Carod y los suyos eran tremendamente fuertes gracias al tripartito. Un señor, un artista, que ha revuelto las aguas estancadas de la fiesta para sacar del pozo verdades esenciales y generar una competencia leal y luminosa se merece otro trato de los directivos de la caja tonta. Y nosotros, por supuesto, también, con independencia de que esos conspicuos gestores confundan la palabra progreso pegada a su cartel ideológico y le den la condición que no tiene.
Así las cosas, la mayoría de los festejos programados serán televisados por el canal privado Digital Plus, contra el que no tenemos nada, al que respetamos y consideramos una buena televisión, aún sabiendo que quien trata de poner en cuarentena los acuerdos preestablecidos o se permite discutir aspectos del contrato, es considerado persona (¿torero, apoderado, crítico?) non grata. Allá cada cual, pero que sepan que se les ve el plumero.
Entrando en la valoración de la programación Las Ventas, ésta merece ser elogiada. Al final ha logrado que todos los nombres de relumbrón estén en la cita madrileña. La lista de méritos la lidera Jesús Manuel ´El Cid´, por la cantidad, cuatro tardes, y el calado de alguna de sus citas, de las que sobresale la del 31 de mayo que lidia la corrida de Victorino Martín. Le sigue El Juli, con tres tardes, y con el detalle de pedir la corrida de Fuente Ymbro, responsabilidad que comparte con Miguel Ángel Perera, otro de los toreros que asume rol de figura comprometida. En parecida línea están las tres tardes de Sebastián Castella, y las dos de Manzanares, un joven que comienza a cosechar los frutos que da la fragua del oficio adquirido en los cinco primeros años de alternativa.

Talavante. El caso de Alejandro Talavante merece reflexión individual. Se trata de un chaval que todavía no ha completado dos temporadas como matador de toros. Quiero decir que todavía le falta madurez para los grandes retos. Cierto que en un primer momento resolvió con mucha solvencia compromisos de tanto calado como confirmar en Madrid un domingo de Resurrección, impactar en sus primeras Fallas, o triunfar en su primer paseíllo en la Maestranza. Pero de ahí a enfrentarse a una corrida de Adolfo Martín cuando no arrancó la temporada con claridad de ideas, va un abismo, justo en el que puede caer y del que puede costarle un mundo salir. ¿Cuestión de iluminados?
En esta misma línea, pero midiendo riesgos, hay que analizar la presentación de Cayetano ante el gran jurado de Las Ventas en su segundo año de matador de toros. Lo hace como respuesta a los méritos contraídos, y también por la clase de torero que es, en tarde especial, la de la Beneficencia. Sus compañeros de esa tarde, Morante de la Puebla, y José María Manzanares, por la expectativa e interés que despiertan contribuyen a darle contenido y enjundia a un cartel que se completa con el ganado de Núñez del Cuvillo. Tarde de toros y toreros.
Vistos los resultados de las corridas de Fallas y las crónicas de Sevilla, Enrique Ponce hace bien en comparecer sólo una tarde en Las Ventas arropadito por Castella, y abriéndole plaza el mejicano Joselito Adame. Cada uno donde el corazón le alcance.