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miércoles, 4 de junio de 2008

José Tomás en la hora de la verdad



José Tomás, la última vez que pisó el ruedo de Las Ventas, un 13 de junio de 2002 en la Corrida de Beneficencia

Hoy comienza la Feria del 77 Aniversario con la vista clavada en el regreso de José Tomás a Madrid. Suena ya la hora de la verdad para José Tomás. Un año después de su reaparición en Barcelona, JT se reencuentra con la plaza que lo aupó a la cima. Vuelve tras seis años de ausencia. Su último paseíllo en Las Ventas fue el 13 de junio de 2002, en una Corrida de Beneficencia lastrada por la nulidad de los toros de Núñez del Cuvillo.
Un lustro y pico después, la expectación no tiene precedentes. La locura se desató desde el mismo momento en que, después de largas negociaciones con Taurodelta (rotas en un momento dado de «no cesión» por ninguna de las partes), se confirmó su presencia en la Feria del Aniversario y el próximo 15 de junio. Las corridas de Victoriano del Río y Puerto de San Lorenzo estaban reseñadas. La diferencia económica para el empresario era «insalvable»; para el diestro «mínima». Al final primó el interés de la afición de Madrid, tras la intervención de la Comunidad, y quedó claro también que otra temporada, como la de 2007, sin Madrid no se sostenía.
La expectación que despierta José Tomás traspasa la estratosfera taurina. Nadie quiere perderse la cita del próximo jueves, que ya se ha convertido en el acontecimiento del año, pase lo que pase. La reventa no ha hecho su agosto, sino el verano completo: más de 2.000 euros han desembolsado algunos por una barrera de sombra. Pero ya es prácticamente imposible conseguir una entrada, salvo que la tentación de hacer negocio haga mella en la afición de algún abonado acosado por la «desaceleración»: el pasado domingo, un espectador ofrecía en los aledaños de Las Ventas su andanada de sol por 500 euros.
La ausencia de televisión -José Tomás no abomina las cámaras, según fuentes de su entorno, sí el sistema actual de contratación/imposición- convertirá la radio (e internet) en el medio protagonista: España volverá a pegar la oreja al transistor y a pararse como en la época de Manuel Benítez «El Cordobés», el torero con más fuerza de la Historia. Gentes de toda Europa y América acuden al reclamo de su nombre. Desde la época de Benítez no se recordaba un movimiento de masas semejante. La corriente tomista tiene el reverso anti: los aficionados y periodistas que califican a José Tomás de tremendista y torpe o defienden a sus toreros mediante la descalificación del interfecto. O viceversa: los que sólo ven por los ojos de José Tomás y niegan al resto. Es bueno que haya pasión, que no falte -no faltó en las mejores épocas del toreo-, siempre que sea limpia, que no ciegue totalmente la ética ni la razón.

Crónica de ABC