José Tomás desata la locura en Santander para conseguir entradas

La reaparición del diestro José Tomás en la próxima feria de Santiago de la capital santanderina ha hecho que la locura para conseguir entradas para ese día se desborde. Hasta colas de más de 15 horas se han producido en las taquillas por parte de los aficionados cántabros, deseosos de ver la reaparición del diestro de Galapagar.

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La presencia de José Tomás en el abono santanderino ha hecho que, además de la demanda de entradas para el día de la actuación del diestro de Galapagar, aumente el número de abonos solicitados para presenciar en el coso de Cuatro Caminos todos los espectáculos de la feria de Santiago.

José Tomás se encuentra en la última fase de la recuperación de las cornadas que sufrió el pasado día 15 de junio en Las Ventas y durante la semana pasada ya comenzó los entrenamientos, toreando de salón y en el campo. Precisamente hoy lunes tenía la intención de probarse en la ganadería de Núñez del Cuvillo con la vista puesta ya en su actuación de Santander.

El día 23, José Tomás toreará junto al vallisoletano Manolo Sánchez y a Francisco Marco para estoquer un encierro de Victoriano del Río.





Grandes colas en las taquillas para conseguir entradas para la corrida de José Tomás



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A las siete de la tarde de ayer comenzaron a llegar los primeros compradores y a las doce la fila era muy numerosa. Más de 150 personas pasaron la noche junto a las taquillas y a primera hora de la mañana había más de 400
Todo por los toros. O por José Tomás. O por «el espíritu fenicio que todos llevamos dentro», como señaló uno de los primeros en montar el tenderete para pasar allí la noche. El caso es que desde las siete de la tarde de ayer ya había un puñado de gente, jóvenes casi todos ellos, haciendo cola en la taquilla instalada frente al Ayuntamiento con el objetivo de asegurarse las entradas para la sexta corrida de la Feria Taurina de Santiago.

Para esa corrida, que se celebrará el miércoles, día 23, figuran en el cartel los diestros Manolo Sánchez, Francisco Marco y José Tomás. La presencia de éste último ha desatado cierta pasión por verle torear en el coso de Cuatro Caminos después de sus sonados éxitos en Las Ventas, senda triunfadora de la que le apartó una cogida y que el torero espera retomar con su reaparición en Santander.

«Nos gusta José Tomás. Por eso estamos aquí». Marcos Hernández y Fernando Solórzano fueron los que estrenaron la cola, los primeros en plantarse frente a la taquilla de sol ya pertrechos para pasar la noche, que incluyen mantas, «cazadoras y chubasqueros por si acaso. Luego nos traerán unos bocatas». Y para el entretenimiento, un aparato de televisión a pilas, cartas, y libros». Tras ellos, Gonzalo Molleda y Alberto Alonso, otros dos jóvenes dispuestos a pasar la noche a la intemperie «por los toros y por José Tomás. Con que no nos llueva, contentos», apunta Gonzalo; su amigo Alberto se muestra más prosaico: «Nos gustan los toros y si estamos aquí es porque tenemos el tiempo libre que no tiene otros para sacar las entradas para nosotros. Ahora bien, también somos gente con sangre fenicia», dice con sorna en referencia a posibles 'trueques' por otros billetes: «Se admiten ofertas, estamos abiertos a escucharlas», sonríen en medio de una carcajada.

Al otro lado de la valla que separa la taquilla de 'sol' y que delimita el terreno para los de 'sombra' se encontraban otros cuatro amigos, un grupo de tres chicos y una chica que fue el primero en ganarse el derecho a obtener las entradas.

«Podíamos haber estado desde mucho antes, pero nos daba no sé qué ser los primero y estar solos en la cola», señala Gonzalo González. «Pasamos varias veces y cuando vimos que ya estaban esos otros dos chavales (por los de la fila de 'sol'), nos pusimos nosotros», dicen al unísono Laura González, Sara y Paula Roiz.

Juventud

Vuelve a sorprender la juventud de los aspirantes a obtener entradas; la de los cuatro y la de los que les siguen por detrás en la cola, pero juran que, de conseguirlas, «será para nuestro consumo. Para nosotros y para nuestros padres», afirman. Y Paula da un motivo más: «Somos santoñeses y a mi madre le encanta Francisco Marco. Le adora. La presencia de este torero es una razón más para estar aquí», explican, sin disimular que «a quien nos gustaría ver torear es a José Tomás».

Dos de ellos lo tienen fácil. Otras dos no tanto porque trabajan por la tarde «y sólo si ese día no nos dan permiso para poder ir a la corrida, es cuando pensaríamos en vender la entrada».

Como el resto, dicen estar «bien preparados» para aguantar la noche. «Tenemos cartas, música, mantas... Nos turnaremos dando unas cabezaditas». Le puede la ilusión, dicen, pero avisan, medio en broma, medio en serio, frente al rumor de que podrían no ponerse entradas a la venta para esa corrida: «Si ocurre eso, volveríamos a salir en el periódico, pero esta vez por montar una bronca».
En total, unas 150 personas han pasado esta noche en la calle, en concreto, en la playa del Ayuntamiento de Santander, haciendo cola para adquirir entradas para la corrida que José Tomás ofrecerá el día 23 de julio en la plaza de toros de la capital cántabra.
Poco después de las ocho de esta mañana, los aficionados al toreo del diestro madrileño que esperaban pacientemente en la cola para conseguir una entrada superaban ya los cuatrocientos. "No ha hecho tan malo; tan sólo algunas gotas de lluvia, pero hemos estado bien", comentaba esta mañana uno de los aspirantes a hacerse con una entrada, que sólo lamentaba que no se hubiera previsto lo que la presencia del diestro iba a provocar y se hubieran instalado servicios para los aficionados que han pasado allí la noche.