BUSQUEDAS TAURINAS

Búsqueda personalizada

domingo, 15 de junio de 2008

José Tomás, épico, cambia la puerta grande, tres orejas, por la de la enfermería



WWW.MUNDOTORO.COM
Madrid (España). Tarde épica de José Tomás en Las Ventas, rozando a veces la tragedia y tirando siempre de valor y arrojo con dos toros que nunca se lo pusieron fácil. Ya en su primero, que manseó de forma ostensible, resultó cogido en los primeros compases de una faena intensa y emocionante, que le valió la primera oreja de la tarde.

Las dos cortó al sobrero quinto que le propinó una cornada en la cara interna del muslo derecho que le impidió salir en hombros, pero no recoger los trofeos y una sentida ovación del respetable que correspondió puesto en pie a una labor de mucho aguante y firmeza finalizada con unas manoletinas de gran ajuste.

Sus compañeros de terna apenas pudieron lucir. El Fundi se hizo aplaudir con el capote y brilló en un quite por chicuelinas replicado con otro a pies juntos de Juan Bautista, que se aplicó voluntarioso en sus dos enemigos, uno a menos, el tercero, y otro muy deslucido - el que cerró plaza -.


Plaza de toros de Las Ventas. Lleno de no hay billetes. tarde soleada y ventosa. Tres toros de Puerto de San Lorenzo, de desigual presencia, algunos justos de trapío, mansos. Dos de Toros de Cortés (4º y 6º) brusco el primero y deslucido el segundo. Un sobrero de El Torero (5º) con emoción. Todos pitados en el arrastre. El Fundi, silencio tras aviso y silencio; José Tomás, oreja tras aviso y dos orejas tras aviso; Juan Bautista, silencio en ambos

JOSÉ TOMÁS SABOR AGRIDULCE EN LAS VENTAS


WWW.ABC.ES
Tarde de pánico y júbilo en Las Ventas. El diestro José Tomas ha cortado tres orejas en una tarde en la que el torero ha sufrido varias cogidas con los dos astados que le han llevado a la enfermería. Sus heridas han propiciado su salida en ambulancia de la monumetal madrileña en vez de a hombros, en su séptima Puerta Grande en la plaza más importante de mundo.

El diestro de Galapagar ha cortado dos apéndices al quinto toro de la tarde, que se suman a la oreja que había cortado a su primero en la corrida que se ha celebrado en la plaza de Las Ventas. Tras su segunda faena, ha tenido que volver a la enfermería para ser intervenido de "tres heridas.

Una en la cara anterior del tercio superior del muslo derecho, con una trayectoria de 20 centímetros que causa destrozos en el músculo abductor; la segunda en la cara interna de la rodilla derecha, de 5 centímetros de extensión; y la tercera en la cara anterior del tercio inferior de la pierna derecha, de pronóstico grave". Tras la operación fue trasladado a la clínica madrileña de "La Fraternidad" donde ha quedado ingresado.

El diestro ya había tenido que curarse tras estoquear a su primer toro, al que ha cortado una oreja, y que le ha volteado durante la faena de muleta, ocasionándole un puntazo en la mano izquierda.

La faena de José Tomás en el segundo ha sido muy emotiva por las pocas facilidades que ha dado el toro y lo arriesgado de su actitud, aguantando peligrosas coladas en una de las cuales ha salido por los aires. Visiblemente maltrecho, con sangre en la cara, sin poder apreciarse al principio si era del propio diestro o del toro, ha seguido con la faena que ha rematado de un pinchazo y una estocada. Tras concedérsele el trofeo, José Tomás ha dado la vuelta al ruedo.

Mucha expectación

Era una tarde con mucha expectación tras la magitral faena del día 5. Hasta dos mil euros se pedían, y se han pagado, por una entrada de 40 euros para ver a José Tomás. Conscientes de la expectación creada tras el rotundo triunfo de cuatro orejas que consiguió el diestro de Galapagar, los reventas estaban "haciendo su agosto".

Una reventa que no sólo opera en los establecimientos hoteleros donde se manejan tan fabulosas cifras, sino que también se deja notar alrededor de las taquillas de la plaza. Hoy han abierto para sacar a la venta el 5% del aforo, como obliga el reglamento para cada día de corrida, y las quejas de muchos se han escuchado porque también en estas filas de última hora los “delegados” de los reventas copan los primeros puestos.

Protestas en las taquillas

Estos "orejas", como se les conoce en la jerga de la reventa, no sólo trataban de hacerse con alguna entrada del reducido cupo que estaba a la venta, sino que también presentaban su oferta para esta tarde, susurrando al posible comprador los precios que se manejan por "las más baratas", ya que son las últimas que se venden y las peores, a partir de 150 euros por una Andanada del Tendido 4 (sol) en la fila 6, cuyo coste en la taquilla es 4 euros.

Y por supuesto también en Internet, esta vez más que en anteriores ocasiones, se han multiplicado los anuncios: "Vendo dos entradas juntas de tendido 8 (sol y sombra) bajo por 2.600 euros" o "Vendo dos entradas tendido bajo 3 (sol) fila 2 en 2.200 euros cada una, son correlativas".

Con tal de ir a ver a José Tomás los aficionados pueden llegar a comprar peines: "Vendo dos peines y de regalo dos entradas para ver a Jose Tomás. Tendido bajo del 8 (sol y sombra) pegado al 9 (sombra). Precio a convenir". También peluches: "Vendo un peluche por 500 euros y de regalo dos entradas del tendido 4 con sombra toda la corrida". O el ya conocido y carísimo bolígrafo: "Vendo boli seis colores y regalo dos entradas para José Tomás. Tendido 8, fila 22, muy buenas, 2.000 euros".

JOSÉ TOMAS 3 OREJAS Y COGIDO GRAVE EN MADRID


José Tomás, grave tras sufrir tres cornadas
El diestro de Galapagar ha sido trasladado a la Clínica de la Fraternidad, tras ser operado en Las Ventas
ROSA JIMÉNEZ CANO - Madrid - 15/06/2008

Puerta Grande de José Tomás en Las Ventas. El torero, que ha terminado la corrida cortando tres orejas, ha sido operado en la enfermería del coso tras recibir al menos tres cornadas. El pronóstico es grave, según el parte facultativo del doctor Máximo García Padrós, cirujano de Las Ventas.

La corrida ha sido accidentada desde el principio, y ya en el primer toro el diestro fue volteado y después cogido en el muslo derecho mientras realizaba unos pases al natural, y cuando entraba a matar recibió otra cornada. Tras salir de la enfermería como resultado de este percanece, José Tomas fue de nuevo enganchado por el toro que le correspondía a El Fundi durante unos quites por gaoneras. El diestro salió indemne tras hacerse el muerto, y gracias a que el toro dió cornadas al aíre, sin llegar a hacer sangre.

Tras la lidia del segundo toro el diestro pasó a la enfermería con una herida incisa en el dorso de la mano izquierda y una herida contusa en la región mandibular. El prósntico de las heridas fue leve, por lo que José Tomás pudo continuar la lidia.

Tras el quinto toro, el torero volvió a pasar a la enfermería, donde se le operó de tres cornadas. La primera, de 20 centímetros, se produjo en el tercio superior del muslo derecho, con destrozos en el abductor. La segunda cornada fue en la cara interna de la rodilla derecha, con un recorrido de cinco centímetros. En la tercera, la parte afectada fue la cara anterior del tercio inferior de la pierna derecha.

En el quinto toro, cuando entraba a matar, José Tomás sufrió una nueva cogida. El torero volvió a pasar a la enfermería, donde se le operó de tres cornadas. La primera, de 20 centímetros, se produjo en el tercio superior del muslo derecho, con destrozos en el abductor. La segunda cornada fue en la cara interna de la rodilla derecha, con un recorrido de cinco centímetros. En la tercera, la parte afectada fue la cara anterior del tercio inferior de la pierna derecha.

Pese a las heridas, el torero de Galapagar permaneció en el ruedo para recoger las tres orejas, y fue llevado a la enfermería nada más terminar la faena, por lo que no pudo salir por la puerta grande y se perderá, casi con total seguridad, la próxima corrida del próximo día 20 en Alicante.

José Tomás, sin traje de luces


Por Lola Galan

Huye de la prensa, se la juega en el ruedo más que ninguno, no lleva medallas de la Virgen, da dinero a las ONG, lee poesía y tiene fama de republicano. ¿Cuánto hay de verdad y de montaje en la personalidad del diestro madrileño que la armó en Las Ventas?


Ya puede usted llamar, que no le va a hacer ni caso. Este hombre no es nada sociable". Aparte de estos consejos tan alentadores, el portero de la urbanización Laguna Beach, en Estepona, adyacente a la exclusiva Lunymar, donde vive el torero José Tomás, de 32 años, poco puede decir del diestro. "No sé nada. Y además, no me gustan los toros". El viento de levante trae hasta aquí un olor nauseabundo. "Estamos desinfectando los apartamentos", aclara el portero, cargado con un manojo de llaves. José Tomás, el torero de la lentitud, de la parsimonia, de la verticalidad, que dicen los entendidos; el que se juega la vida cada tarde, disputándole al toro su terreno, sale poco de casa estos días. Vive enclaustrado en este recinto, una urbanización tranquila junto al mar habitada por jubilados ricos, estrellas de la radio y algún turista extranjero. Aquí vive. Protegido por verjas de hierro y por una muralla de piedras calizas rematadas por alambre de espino, por el lado que se abre a la playa del Ángel. Sólo aquí se siente seguro el diestro. Rodeado por un puñado de amigos y colaboradores. Su novia, Isabel; su hermano Antonio, fisioterapeuta, que abrió una clínica privada hace un par de años en este mismo sitio; su ayudante, chófer y chico para todo, El Kiki, y su perro schnauzer.

Desde su triunfo apoteósico del pasado 5 de junio, cuando cortó cuatro orejas en la madrileña plaza de Las Ventas, el torero prepara, algo angustiado, su actuación de hoy en el mismo coso, la catedral del toreo. Las dos faenas, a toros de Victoriano del Río, le valieron tal avalancha de elogios que su apoderado, el músico y ex crítico taurino gerundense Salvador Boix, describe al diestro como una persona abrumada por lo que ha oído y leído. Los elogios, ya se sabe, pueden paralizar y herir como las astas de un toro. Y el maestro no ha dejado de pensar, a lo largo de la semana, en la tarde de hoy. ¿Qué más puede hacer?, se pregunta a coro la afición. ¿Cómo, de qué modo puede el torero superar esas cuatro orejas, y cortar el rabo, que no se da en Madrid desde hace décadas? Una cosa está clara: si no se supera a sí mismo, José Tomás corre el riesgo de decepcionar. Un fantasma que persigue al torero madrileño desde los inicios de su carrera de matador, en 1995.

Dicen que vive atormentado por su propia exigencia, mirándose en el espejo de Manolete, su gran ídolo. Que vive sólo para ponerse delante del toro, en ese terrorífico terreno que le pertenece al animal, y que, en los últimos tiempos, pocos toreros frecuentan. Se dicen muchas cosas de José Tomás que dan de él una imagen muy alejada del estereotipo del matador de toros. El diestro madrileño tiene poco que ver con el modelo de torero que ha progresado en la lidia últimamente, acostumbrado a aparecer en la prensa rosa, siempre impoluto y sonriente. José Tomás no es de ésos. Cada corrida suya es una promesa de emoción y riesgo, dicen los taurinos. Un tipo de 32 años, 1,80 de altura, 68 kilos y sangre del grupo cero negativo que derrocha en la plaza. Su biografía profesional se resume en dos cifras: 407 corridas como matador, una veintena de cornadas. Un tipo bien especial, aseguran los taurinos. Para empezar, y salvo contadas entrevistas, no habla con la prensa española desde 2000. No le reza a la Virgen ni a los santos en las fatídicas horas previas a las corridas, y el jueves pasado, para pasmo general, no brindó ninguno de sus toros al rey de España, presente en la plaza.

"Su actitud no es religiosa, sino ética. Antes de torear se encomienda a sí mismo y a las fuerzas del toreo. Su despliegue técnico es tan grande que le da seguridad", cuenta Salvador Boix. ¿Es cierto que es de izquierdas y republicano? "Estamos en el siglo XXI. A José Tomás le funciona la cabeza y es una persona comprometida con su tiempo. En México donó sus honorarios para los damnificados de unas inundaciones", añade.

Manuel Molés, periodista que conduce desde hace años un programa de toros en la cadena SER y retransmite corridas en Digital +, conoce de antiguo al torero, y no le cuadran las cosas. "José Tomás es un gran tímido, pero una persona de lo más normal. No hay más que oírle hablar. Le han construido una imagen de persona introvertida que es una fantasía literaria. Es verdad que lo que prefiere es estar con su gente, que no le gustan las entrevistas, porque le cuesta hablar. Es cierto que es un torero con magia, pero hay quien se ha empeñado en que sea algo así como el mártir de la fiesta".

El torero no quiere ser mártir, pero en una entrevista a la cadena mexicana Televisa, en octubre pasado, reconoció que prefiere recibir una cornada a dar un paso atrás ante el toro. Y es que José Tomás torea en el límite y toda su vida gira en torno a su toreo. Vive como un asceta. Bebe coca-cola, no fuma, hace deporte a diario, come de forma austera, escucha música (a Camarón de la Isla, o a su admirado Joaquín Sabina) y lee libros de toreros y de poesía. Nada raro, si no fuera por el silencio que rodea al diestro. Los que le han tratado dicen que habla en voz baja, casi en un susurro, y que nunca pierde esa seriedad que le caracteriza. Ese tomarse en serio su profesión, ese jugarse la vida en las plazas que ha devuelto, dicen, la emoción a los ruedos. Hay una duda que planea, con todo, sobre su persona: ¿se ha creído demasiado su propio personaje?, ¿se ha tragado el mito a la persona real?, ¿ha ocurrido con este diestro venerado como con algún personaje de Thomas Bernhard, reducido a ser su arte?

"Él es un tipo con carácter que tiene las cosas muy claras. Se niega a dar alternativas a nadie, no torea en plazas plegables ni ante las cámaras de televisión", cuenta una persona que ha participado en alguna negociación con el diestro. Como además sus honorarios son astronómicos -entre 250.000 y 400.000 euros por actuación-, "sólo se le puede contratar con la seguridad de que va a llenar la plaza hasta la bandera, y eso sólo se consigue aportando emoción. Jugándose la vida cada tarde. Creando un mito".

Nadie hubiera imaginado, en la protohistoria de su carrera, que José Tomás Román Martín iba a convertirse en este referente indiscutible que es hoy de la pureza del toreo. Capaz de enfrentarse con la espada y la muleta a los enemigos de la fiesta. Por eso -él mismo lo ha contado- quiso reaparecer en junio del año pasado en la Monumental de Barcelona. Para dar una satisfacción a los aficionados catalanes que han soportado el grueso de los ataques antitaurinos.

El mayor de los cuatro hijos de José Tomás Román e Isabel Martín, José Tomás nació en una familia acomodada de Galapagar. El padre fue director de banco y constructor, y alcalde del pueblo -por el PP- un par de años. La madre se dedicó a criar a los hijos. Los Román hubieran preferido que José Tomás fuera futbolista, su afición inicial hasta que su abuelo le inoculó el veneno del toreo. En el libro José Tomás. Un torero de leyenda, recién publicado por el escritor y taurino Carlos Abella, hay fotos impactantes de un chiquillo serio, enfundado en traje corto. ¿No ha sido el diestro una víctima de la obstinación del abuelo? "La afición estaba en él", rechaza su padre. "El abuelo llevaba a los toros a José Tomás y al hermano que le sigue, Marcelo, que se lleva menos de un año con él. Y a Marcelo no se le ocurrió nunca ponerse delante de un toro". El diminuto José pudo compaginar las capeas, y las corridas organizadas por el abuelo, con los estudios. Fue al colegio público San Gregorio de Galapagar y al instituto de Torrelodones.

Para entonces, ya tenía claro que no quería ir a la universidad, que lo suyo era el toreo. Hizo la carrera en México, disconforme con los usos españoles que obligaban al novillero a pagar por torear, y en México tomó la alternativa, en diciembre de 1995. La confirmación, en España, fue ya un acontecimiento taurino, aunque los años de gloria, los que entendidos como el periodista Manolo Molés llaman el "trienio mágico", fueron 1997, 1998 y 1999. En 2002, por sorpresa, el diestro se retiraba de los ruedos, para no reaparecer hasta junio de 2007. Cinco largos años que han sido una bendición para su familia, reconoce su padre, y un castigo para los aficionados.

Primero se refugió en México; luego, en Estepona, y se dedicó a disfrutar de la vida. Los vecinos del pueblo le recuerdan desayunando a diario en la cafetería del supermercado Carrefour, a menos de un kilómetro de su casa, donde conoció a Isabel, su novia, una morena atractiva que trabajaba en el laboratorio fotográfico del centro. "Se hizo muy amigo de Javier, uno de los camareros. Hasta se fueron juntos a Cuba", recuerda el actual encargado del local. El diestro se colocó un pendiente en la oreja izquierda y empezó a jugar al fútbol sala en el equipo de su cuñado, el del bar Macarena. El local, modestísimo, en el barrio alto de Estepona, una zona de gente obrera, está decorado con fotos dedicadas del diestro. David Ferrer, hijo del dueño, atiende la barra, y se declara, antes que nada, poco aficionado a los toros. "El taurino es mi padre". De José Tomás no quiere contar nada. "Desde que ha vuelto a torear no juega en el equipo, pero viene de vez en cuando por aquí".

No hay mito sin leyenda, y esta retirada del toreo a los 27 años de edad y en pleno éxito contribuyó a forjarla. Todavía hoy, aficionados y expertos se preguntan por qué se fue de los ruedos. Hay teorías para todos los gustos. Su apoderado, Boix, tiene una: "La vida de un torero es tan rara, siempre rodeado de personas mayores, siempre hablando de lo mismo, siempre con el toro a vueltas, que José Tomás se retiró para vivir un poco, para saber cómo es la vida normal". Es cierto que el maestro no tuvo infancia ni juventud, pero hay quien apunta otra tesis. "Jugarse la vida cada tarde, estar en la cima, puede ser insoportable", dice un crítico taurino que prefiere no dar su nombre.

Carlos Abella tiene una tercera tesis. A su juicio, José Tomás se retiró amargado por las presiones del poder, de los grandes apellidos que controlan los carteles taurinos. Un hecho que avala la segunda de estas tres hipótesis es que, como explica Antonio Barrientos, alcalde socialista de Estepona, que ha tratado al diestro, "tenía mucho miedo a volver, al menos eso es lo que nos transmitió".

Antonio López Fuentes, el sastre que le confecciona los vestidos de torero, fue el primero en enterarse del regreso. Le encargó siete nuevos en telas de poliéster y algodón. "Lo normal es que usen uno cada diez corridas", explica. Y capotes de paseo bordados que parecen casullas. "Son como los que llevaban los sacerdotes arrianos", dice López Fuentes. Y puede que sea eso lo que José Tomás, el torero atípico, quiere ser. El sumo sacerdote de la fiesta.

EL ABUELO CELESTINO, por barquerito

Celestino, el abuelo sordísimo con la mirada ingenua

El retrato robot del torero proclamado mito del siglo XXI hace referencia a un hombre sin doblez, bondadoso, candoroso y particularmente generoso con la gente que ha trabajado con él. La persona que más decisivamente inclinó su vocación hacia los toros, su abuelo materno, Celestino Martín, responde a ese mismo perfil. La pura llaneza. Cerca de los 90 años. Rico terrateniente de Galapagar, donde supo invertir sus ahorros a tiempo. Pariente ni lejano ni próximo de Victorino Martín y sus hermanos.

Y en estos terrenos se ha fraguado también un misterio nuevo. Se llamó a José Tomás 'el sobrino de Victorino' cuando comenzó la singladura. Tema tabú hace tiempo. Victorino no existe y punto. Ni cuando Victorino, hombre clave en la salida del torero, se ha despachado con él sin morderse la lengua. La callada por respuesta.

El abuelo, chófer de toreros en los años 40 y 50, (que así rezaba en su tarjeta de visita), intimó con uno de los epígonos del manoletismo de la época: Jaime Marco, El Choni. Por mediación de El Choni se ataron los hilos que llevaron a José Tomás a México a educarse y forjarse.

Han hecho fortuna en los últimos años las teorías que pretenden la existencia de un esoterismo en el personaje y en el torero. La influencia de un gurú. Y de no uno, se dice, sino de hasta dos o tres. El abuelo Celestino es la refutación en carne y hueso de tan pretendido misterio. El abuelo Celestino no es ni gurú ni santón. Es un abuelo del todo clásico. Madrileño de la sierra. Sordísimo, con la mirada ingenua de los sordos. Una mirada transparente. El orgullo de la sangre sin ningún tipo de arrogancia.
http://www.ideal.es/granada/20080615/gente/celestino-abuelo-sordisimo-mirada-20080615.html

EL SECRETO DE JOSÉ TOMÁS , por Barquerito


Detrás de la fama de inaccesible del torero, se esconde un entorno que supo medir tiempos y gestos para fabricar el último mito de la lidia


La fama de persona inaccesible conforma la sustancia del perfil de José Tomás. Como si fuera un ser huraño o misántropo. Ni lo uno ni lo otro. Fue y sigue siendo irrenunciable la voluntad de mantener su vida privada al margen de las leyes del mercado mediático. Es manifiesto que no le gustan ni los periódicos ni las cámaras. No es de ahora. Pero es ahora cuando elige a capricho y rigurosamente fotógrafos, radios y testigos.
Los más generosos documentos gráficos sobre su vida durante los últimos doce meses se encuentran en una publicación trimestral francesa: 'Terres Taurines'. La edita André Viard, matador ya retirado, en la Francia taurina del Oeste.
Todavía en su primera época, José Tomás delegó atenciones y obligaciones en una jefa de prensa, Olga Adeva. Su pantalla de protección: como unas gafas de sol, de aparente transparencia, joven, de su misma edad. Cronista taurina de la agencia France Press en Madrid, parecía su ángel de la guarda. Además de hacer de él un ser casi invisible y mudo, Olga cumplió dos misiones mayores. Una a la contra: filtrar y cribar periodistas taurinos, aburrir a los curiosos sin indisponerlos, preservar a José Tomás en una burbuja inmune a las habladurías; y otra de positivo fondo y mayor alcance: ir abriendo al torero un hueco en la épica escrita. Sin dejarlo asomar ni ponerlo en la diana. Blindado, invulnerable.
No había duda de que José Tomás estaba destinado a ser torero con literatura. Mejor o peor. Allanó el camino la fama de raro que José Tomás se crió a su debido tiempo. No está, no sabe, no contesta. Entre 1999 y 2002 esa política trajo consigo el germen del mito. Cuando hubo que mover hilos para categorizar la reaparición de 2007, aquella red resultó buen campo de cultivo. Las dotes persuasoras de Olga Adeva lograron que esa voluntad de desaparecer no fuera tomada por despecho. Sino interpretada generosamente como el descanso del guerrero.
Los pasos y el silencio
Dos son las características con que desde un principio vino a dibujarse el estilo de José Tomás: sus silencios y su forma de posarse. Muy pocos habrán toreado con menos ayuda de la voz que él. La voz es un recurso técnico para torear, y hay incluso toros que necesitan la alegría de la llamada como un reclamo. Pero la voz es también el rompedero de la angustia que acompaña al torero durante una faena. Por la voz se va el miedo. Cuanto más silencioso es un torero, en más se tiene su valor.
La otra dimensión es, en paralelo, la del ruido de los pasos. Los pasos con que se llega a la cara del toro o se sale de ella. Los que ahí se pierden o se ganan, y que definen una de las reglas de pureza del toreo moderno: la ligazón. José Tomás ha sido de siempre torero bien posado. De muy suaves pisadas y poco moverse. O de no moverse nada.
Por eso se ha hablado más de una vez de su tancredismo. Se puede torear a pies juntos o a compás abierto. Y de frente o de perfil o dando el medio pecho y hasta se puede torear al revés. Los gustos y las modas han ido por épocas. No hay una tauromaquia única.
La apuesta de José Tomás ha sido fundamentalmente por el toreo de perfil y a pies juntos, modos que estaban casi arrumbados cuando apareció su persona en el gran teatro del toreo. Modo arrumbado en España. No en México, cuya tauromaquia de pies juntos resultó decisiva para el ideal técnico y estético de José Tomás en sus años de formación. De perfil y a pies juntos, y la adición de dos notas que encarecen y enriquecen el modelo: la quietud y el ajuste en los embroques. ¿La tauromaquia de Manolete? Muy semejante. Con otro toro, otro público, otra manera de ser el espectáculo, otra época. Y otra figura física. Delante de un toro, el silencio y el reposo fueron de pronto seña de José Tomás. Una cosa y otra se tradujeron con muchas palabras: que el torero parecía aparecerse.
Su hombre de confianza
Los banderilleros y picadores que han desfilado por su cuadrilla coinciden en que José Tomás es la sencillez misma. Los dos lidiadores de la primera época, Luciano Núñez y Miguel Sánchez Cubero, han sido toreros muy buenos: largos y competentes. Una cuadrilla tan profesional y rigurosa aportó al torero gran equilibrio.
Dicen que la presencia de más peso en ese entorno es la del padre de José Tomás, que fue alcalde electo de Galapagar por el PP. Tiene fama de vigilar cuanto concierne a las finanzas. No es portavoz del torero pero como si lo fuera. Se deja encontrar y le gusta salir. Con frases del padre se ha tratado de sustentar la insostenible teoría de que José Tomás ha sido víctima de alguna conspiración de taurinos profesionales. Es el torero más generosamente alabado, respetado y encumbrado por la mediática del toro. Lo ha sido durante la última década.
La connotación religiosa es fortísima. En la frontera entre lo religioso y lo sectario. Que es la novedad del asunto. La menor observación crítica sobre José Tomás, en una mera charla de aficionados, ha llegado a considerarse insultante. Uno de los síntomas es la virulencia con que en casi todas las plazas se increpa a los músicos de banda que pretenden acompañar una faena para celebrarla. Se tiene por profanación o irreverencia.
La erótica del dinero
Los años de retiro en Estepona pusieron a José Tomás en contacto con la persona que, según las tertulias taurinas de la plaza madrileña de Santa Ana, ideó la estrategia de la reaparición y la tasó en dinero. Luis Chica, ingeniero industrial ya jubilado, aficionado de los de toda la vida. Dobla en edad a José Tomás. A la inteligencia de Chica se atribuye el paso a paso de las fechas y el órdago de las cifras que José Tomás cobra. Más dinero que nadie nunca jamás. ¿90 millones por dos tardes en Madrid?
En la corte de seguidores de José Tomás hay un factor menor pero nada desdeñable: el de la erótica del dinero que se mueve en torno a él. No será por dinero.

JOSÉ TOMÁS EN SALAMANCA


La Casa Chopera ha presentado, con tres meses de adelanto, los carteles de la próxima Feria de Salamanca, un ciclo que tendrá lugar del 11 al 21 de septiembre, compuesto por siete corridas de toros, una de rejones y una novillada con picadores.

En el ciclo estarán presentes la mayoría de las figuras, aunque no harán el paseíllo en La Glorieta ni Alejandro Talavante ni Sebastián Castella. Vuelven José Tomás, Perera, El Juli y Enrique Ponce -que el año pasado no pudo actuar por lesión- y destaca la presencia de toreros locales en casi todos los festejos.

Además, y como adelanto, los días 8, 9 y 10 de septiembre se han organizado varios espectáculos populares y festejos de promoción. Así, el día 8 se celebrará el tradicional desenjaule con los toros de La Campana, Domingo Hernández, Adelaida Rodríguez y José Cruz Iribarren y se celebrará una novillada sin picadores en la que Francisco Javier Sánchez, Juan del Álamo y Héctor Roberto lidiarán tres erales de Hermanos Mateos.

El martes 9 de septiembre se celebrará un espectáculo cómico (El Bombero torero) y el miércoles 10 un concurso de recortadores. A partir del jueves 11 se celebrarán los festejos mayores, con los siguientes carteles:

Jueves 11. Novillos de José Cruz para Daniel Martín, Juan Antonio Siro y Román Pérez.

Viernes 12. Toros de Adelaida Rodríguez para Juan Diego, Javier Castaño y Leandro.

Sábado 13. Toros de Domingo Hernández para Enrique Ponce, Manzanares y El Capea.

Domingo 14. Toros de La Campana para López Chaves, Antonio Barrera y Juan Bautista.

Lunes 15. Toros de Vellosino para Julio Aparicio, Morante de la Puebla y Miguel Ángel Perera.

Martes 16. Toros de El Pilar para El Fundi, José Tomás y la alternativa de Alberto Revesado.
Miércoles 17. Toros de Valdefresno para El Cid, El Fandi y Javier Valverde.

Jueves 18. Toros de García Jiménez para El Juli, Eduardo Gallo y Cayetano.

Domingo 21. Rejones con Fermín Bohórquez, Hermoso de Mendoza y Joao Moura hijo.
WWW.BURLADERO.COM

LOTE DE JOSÉ TOMÁS PARA ESTA TARDE EN LAS VENTAS



Picoto, de Puerto de San Lorenzo, segundo del lote de JOsé Tomás. Foto: www.las-ventas.com


Cartuchero I, de El Puerto de San Lorenzo, primero del lote de José Tomás. Foto: www.las-ventas.com










Tan sólo cuatro toros de Puerto de San Lorenzo han pasado al completo el preceptivo reconocimiento veterinario por lo que la corrida ha sido rementada con dos astados de Toros de Cortés, segundo hierro de la ganadería de Victoriano del Río para esta tarde en Madrid. José Tomás regresa a la plaza de toros de Las Ventas después de su gran actuación el pasado 5 de junio.

El festejo ha levantado una gran expectación, se ha colgado el cartel de 'no hay billetes' y la reventa alcanza precios desorbitados. José Tomás compartirá cartel con El Fundi, que en la pasada feria de San Isidro cortó una oreja y el francés Juan Bautista, triunfador el año pasado en esta plaza y que se ha marchado de vacío en el ciclo isidril.

Los toros de Toros de Cortés se lidiarán en 4º y 6º lugar y los pesos oscilan entre los 525 kilos del segundo y los 691 del que abrirá plaza. Los sobreros pertenecen a los hierros de El Torero y Montealto. La corrida estará presidida por D. Manuel Muñoz Infante y podrá seguirse en directo por radio-internet a través de Burladero.com.