Un duende envuelto en misterio

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José Tomás iba para jugador de fútbol, pero su abuelo Celestino le pinchaba los balones para que se centrara en el mundo de los toros

Jueves, 11 de septiembre. Miles de espectadores se darán cita en el coso del Paseo de Zorrilla para ver a un hombre vestido de torero que se convierte en un duende envuelto en misterio cuando salta al ruedo. Compartirán escenario los amantes del toreo casi perfecto de José Tomás con los perseguidores del morbo y de la historia. ¿Qué ocurriría si fuera Valladolid la última plaza en la que toreara el nombrado mesías de la tauromaquia moderna?
José Tomás Román Martín nació en un hospital de la capital madrileña, aunque ha vivido toda su vida en Galapagar, la tierra de los escritores Jacinto Benavente y Ricardo León o de Victorino Martín -ganadero y torero son familia lejana-. El diestro tiene tres hermanos -Marcelo, Antonio y Andrés-, aunque el nombre estrella en su familia es su abuelo Celestino, la persona que pinchaba los balones para que su nieto no jugara al fútbol, un hombre, taxista de toreros, que llevaba a José Tomás una y otra vez al coso de Las Ventas.
Pero el diestro quería ser futbolista, y para más inri, del Atlético de Madrid, una afición que mamaba de su padre, también llamado José Tomás, por aquel entonces entrenador de fútbol.
Pero Celestino no cesó en su empeñó, y lo consiguió. Sin pasar por ninguna escuela de tauromaquia, José Tomás, acompañado siempre por el ex banderillero Antonio Corbacho, se convirtió en un proyecto de figura. Matadores de toros como 'El Choni' vaticinaban su triunfo. No se equivocaron.
Debutó con luces en febrero de 1991, con picadores en junio de 1993 y se presentó en Madrid como novillero en 1995. Tomó la alternativa en México el 10 de diciembre de ese mismo año, de manos de Jorge Gutiérrez y con Manolo Mejía como testigo, con un astado de Xajai, alternativa que confirmó en Madrid en mayo de 1996.
Ansioso por llegar a la cima, el maestro de Galapagar decidió lanzar su carrera en México. «En este país fue cuando dije que iba a dedicar mi vida a esto...», aseguraba en una entrevista concedida a su buen amigo Joaquín Sabina.
Hablaba en los ruedos
Ya como matador, los aficionados de Las Ventas y de la Monumental de Barcelona se rindieron ante su forma de torear y ante una izquierda que le hace coger más riesgos que nadie pero también triunfar.
Su llegada a las grandes ferias se tradujo en una revolución. Él era distinto. No le gustaba el protagonismo fuera de los ruedos. Él sólo hablaba en la arena, ante los toros. Crecía su mito, su arte y su misterio. Pero en septiembre de 2002, cuando se encontraba en lo más alto del escalafón, anunció su retirada de los ruedos. Nadie lo entendía. José Tomás, sin presiones, decidió irse. Quería alejarse de las plazas para vivir su otra vida, próxima a la familia, a mundanas aficiones como la lectura, la pesca, el ciclismo...
Su ausencia coincidió con el dominio, prácticamente absoluto, de Enrique Ponce, un diestro no precisamente amado por todos. Pero el mundo de los toros necesitaba un revulsivo, un mesías.
Y llegó de nuevo. Cinco años después, José Tomás tomó una importante decisión. El 17 de junio de 2007, de forma triunfal, corta tres orejas a su lote abriendo la Puerta Grande de la Monumental de Barcelona ante miles de personas. El mito había regresado.
Actualmente, el diestro forma parte de la historia. Ha sido bautizado con innumerables calificativos, pero realmente pocas personas lo conocen. José Tomás no concede entrevistas más que a sus amigos; no permite la retransmisión de sus corridas y pretende hacer una vida normal. Todo ello envuelve aún más de misterio a este personaje, admirador de Manolete, Tom Hanks, Serrat, Camarón, El Viti, Sara Baras, Alejandro Sanz o Induráin, apoderado del grupo Marea Flamenca y amante de sus cuatro perros, todos ellos boxer.

La presencia de José Tomás y el adiós de Liria marcan la Feria más larga

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La Feria de Murcia 2008 concita sobrados alicientes para ir a la plaza de toros de La Condomina. De una parte, la despedida de Pepín Liria, y la alternativa de Juan Belda que se suma a la larga lista de toreros murcianos que se exhibe en el Club Taurino de Murcia. No obstante, la máxima expectación reside en la presencia de José Tomás, un torero único que llena las plazas y los bolsillos de empresarios y revendedores, un suceso que no se repetía desde hace décadas, ha revolucionado el toreo y sus fieles acuden en peregrinación a cualquier plaza y a cualquier precio.
En los primero años de su alternativa, con toros que amenazaban partirle en dos, José Tomás puso el toreo en la cumbre. Eso lo marcó a él y marcó la historia de la fiesta. De una forma o de otra, el diestro de Galapagar ha alcanzado ya la leyenda, y más que una filosofía del toreo se está convirtiendo en una teología.
Mientras tanto, en los momentos claves, José Tomás suele leer a García Lorca, sobre todo antes de una corrida de mucho compromiso: «Necesito inspirarme e impregnarme de buenas esencias. Esas cosas afloran luego ante el toro», ha declarado el maestro.
Morante no viene
La Feria, que celebra su 122 cumpleaños, comienza con dos novilladas sin picadores fuera de abono. El día 11 se lidiarán novillos de Yolanda Martín para José Manuel, Raúl Sáez y Pablo Belando, que debutará con picadores; el día 12, tiene el aliciente de que Dámaso González, Abel Valls y Luis Manuel Casares lidien novillos de Enrique Ponce .
El sábado, día 13, se programa la corrida de la Asociación de la Prensa con un cartel novedoso: reses de José Luis Pereda para Rafaelillo, el torero del barrio del Carmen que está cuajando una gran temporada en las plazas más serias, Daniel Luque, un joven matador de buen corte que ha triunfado en Francia, y El Cordobés hijo, que se presenta en La Condomina.
El día 14, domingo, una terna mediática: Manuel Díaz El Cordobés, Rivera Ordóñez y El Juli, con reses de Santiago Domecq, encaste que se repite en todos los carteles. El día 15, toros de Juan Pedro Domecq para Ponce, Liria –la primera de las tres corridas que lidia en el abono– y el murciano Juan Belda, que toma la alternativa. El cartel más redondo es el del martes 16 por dos motivos: los toros de Fuente Ymbro y una terna de absoluta garantía: El Cid, Sebastián Castella y Miguel Angel Perera.
Alfonso Romero, triunfador de la pasada feria, un inspirado Cayetano, y Alejandro Talavante harán el paseíllo el día 17 enfrentándose a toros de El Pilar, otro cartel que llevará público a la plaza.
La terna del día 18 incluye a dos toreros que no terminan de cuajar pese a su experiencia y buenas maneras: César Jiménez y Matías Tejela, que comparten cartel con Juan Bautista, un torero que ha levantado el vuelo y gusta al aficionado. Lidiarán toros de Parladé.
El poderío de José Tomás se advierte en los compañeros: Javier Conde y Eduardo Gallo, dos toreros que dicen muy poco al espectador. Lo importante es que embistan los toros de Joaquín Barral, y ningún espada pase por la enfermería .
El sábado día 20, reses de El Torero para Liria, El Fandi y José María Manzanares, que está cuajando una temporada impresionante. Andy Cartagena, Diego Ventura y El Cartagenero cierran la feria con la tradicional corrida de rejones (Fermín Bohórquez), y se abre un paréntesis hasta el adiós de Pepín Liria el domingo 12 de octubre, que se encierra con seis toros de distintas ganaderías. Hay que lamentar la ausencia de Morante de La Puebla, en una temporada que ha cosechado éxitos señalados

Noche en vela para poder ver a José Tomás

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Más de un centenar de personas pasó la noche del domingo a las puertas del coso de la Condomina para hacerse con una de las entradas para la corrida de José Tomás, que se agotaron en apenas una hora

Han pasado la noche a las puertas de la plaza de toros provistos de hamacas, sillas de playa y neveras con comida, y han aguantado varias horas de cola pero al final las más de cuatrocientas personas, según fuentes policiales, que se encontraban esperando la mañana de ayer la apertura de las taquillas han logrado hacerse con las entradas para alguna de las corridas de la Feria de Septiembre.
La más esperada era sin duda la del próximo día 19 con José Tomás, para la que las entradas se han agotado apenas pasadas las 11 de la mañana, sólo una hora después de que diese comienzo la venta.

El interés por el diestro de Galapagar ha superado todas las expectativas, incluidas las de los propios organizadores que se han visto obligados a prorrogar el horario límite de venta puesto que a la hora de cierre aún quedaban unas doscientas personas esperando.

Tampoco la Policía que controlaba los accesos al coso de la Condomina esperaba tal afluencia, y desde primera hora de la mañana han vigilado la zona para controlar tanto la reventa como a los carteristas que, según los agentes "se aprovechan de que hay mucha gente, muchos empujones y que aquí la gente viene con muchos cientos de euros en el bolsillo."
Para evitar la reventa, que se prevé que supere para esta corrida los 700 euros, sólo se permitió la compra de seis entradas por persona.