El retorno de José Tomás a La Glorieta

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José Antonio se ha dado prisa. José Antonio Martínez Uranga fue siempre un tipo listo y un exquisito de la buena vida. Dicen que trabajaba lo justo; aunque la verdad es que disfrutaba un poco más de lo justo. Pero ahora, en la sazón de la vida, tiene la mente y el músculo más despiertos. Y cuando todos los taurinos recogen los bártulos y se preparan para descansar en el invierno, resulta que José Antonio despliega las velas y se ha puesto a currar de cara al próximo año.

Por una parte se ha inventado la primera feria de invierno en el Palacio de Vistalegre, con seis corridas para diciembre, enero y febrero con todas las figuras. Y un contrato con esa plaza para diez años. ¿Una herencia para su hijo Manuel? Tal y como va ahora José Antonio yo lo veo al frente del carro dentro de una década. Por otro flanco se presenta también a licitar por la plaza de Valencia. Con esto tendría: Madrid, Zaragoza, Salamanca, Colmenar etc…
En su estancia en Zaragoza durante la feria del Pilar tampoco ha perdido el tiempo. Se citó con Salvador Boix a mitad de camino. El ‘pacto de Zaragoza’ entre el catalán y el empresario de Madrid dio frutos rápido. José Tomás vuelve a Madrid entre la feria de San Isidro y la del Aniversario y ya se puede anunciar que matará la corrida de Victoriano del Río, que ya han visto sus veedores. Visto y reseñado. Vuelve a Las Ventas y también acudirá a Zaragoza en esa mini feria que hay en primavera. Pero el tercer acuerdo es el bueno para Salamanca. Retorna JT a La Glorieta y eso, sin duda, animará los carteles de la próxima feria, tras la última y bastante triste edición de la feria salmantina.
¿Con qué ganadería? En principio hay dos preferidas de José Tomas para Salamanca: la de El Pilar y la de Domingo Hernández. Pero si ya ha decidido cuál es la que mata en su retorno a Madrid, no hay nada resuelto todavía para su paseíllo en Salamanca. ¿Con qué toreros? Tampoco se ha tocado todavía ese punto. Eso sí: uno más veterano tiene que ir por delante y otro más joven por detrás.
¿Quieren que juguemos a los imposibles? Pues es muy fácil. Por delante estaría muy bien otro que no fue el pasado año y podría retornar: Enrique Ponce y que además nunca ha toreado con JT desde que éste reapareció. Por detrás: ya me da igual. Pongan un torero joven que más le gusta y ya tenemos cartelazo.

Este invierno vamos a preparar grandes documentales para la próxima temporada en la tele. En Salamanca me apetece mucho el que vamos a realizar en San Fernando con Antonio Pérez, el hijo del gran patriarca charro. Y tengo una espina clavada, ¿será posible que no consiga entrevistar al gran Santiago Martín ‘El Viti’? Se merece un programa de lujo y tenemos imágenes fantásticas de su historia en los ruedos. Otra ganadería que me apetece es la de los Matilla.

Entre la licitación de plazas como Valencia, la gerencia de Santander, etc. y la feria de invierno de Madrid, vamos a estar entretenidos; pero dentro de nada arranca el cambio de apoderamientos que sólo ha hecho que comenzar. ¿Objetos del deseo? Qu yo sepa hay algunos pretendientes esperando a ver si lo de Gallo es verdad. Pero por el que más preguntan es por el chaval Del Álamo. Todo el mundo habla de él como un valor seguro de cara al nuevo ejercicio. No sé cómo está el asunto con sus apoderados pero si sé que el vuelo de los buitres nubla el tibio sol de este otoño.

Vista la feria del Pilar por la tele, todo el mundo comenta la actuación tan cerrada de los presidentes de esta plaza. Está bien la seriedad y el rigor pero hubo momentos como las orejas negadas a Perera o Talavante que el usía negaba el derecho del público al primer trofeo. Otro error fue no darle una vuelta al ruedo al encastado y fiero toro de Bañuelos. Lo de negarle la segunda oreja a Manzanares tras su faenón en la plaza de la Misericordia fue, fundamentalmente, una falta de sensibilidad.

Los presidentes están para dirigir con buen pulso el orden de la lidia y no para llevarle la contraria a la razón. Como pasa en el fútbol: es muy mala cosa que los árbitros se conviertan en protagonistas. Y en Zaragoza hay que ajustar esa tecla.